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MIS ENCUENTROS FAVORITOS
Por Javier Duran

YURI
(Parte 2)

Les contaba antes que había conocido a Yuri en Miami, pero no me acordaba donde.

Bien, eso es porque no fue en Miami. Mi sobrina me lo ha recordado, la primera vez que nos vimos fue en unos ensayos en el salón Vila Real de Laredo, donde ella iba a presentarse.

Era también mi primer viaje a dicho lugar, porque me quede patidifuso. Era lo más parecido a un rústico restaurante en un parador de carretera (un edificio en medio del campo). El dueño del local, con el que después trabajaría en muchas ocasiones, me llevó a su “oficina” y me mostró las paredes, desde Diana Ross a Julio Iglesias, pasando por Kris Kristofferson, todos habían pasado por allí y le habían dedicado las fotos enmarcadas.

Por cierto, hace unos meses el Vila Real formaba parte de la primera gira que ha hecho David Bisbal por Estados Unidos.

Pero si bien no recordaba hasta ahora donde nos vimos por vez primera y nos abrazamos Yuri, Fer y yo. Sí recuerdo perfectamente la última vez que compartí con ellos juntos. Desde esa noche no volví a verlos nunca más al uno junto al otro.

Esa noche, me llamó mi sobrino para avisarme de su llegada. Se trataba de una presentación en el Carnaval de Miami en el Orange Bowl, en una de aquellas galas que presentaba Raúl Velasco (posiblemente fue la última también).

Cuando llegué al Sofitel, ya la limosina estaba en la puerta. Primero bajó Fernando y después Yuri (yo no sabía aun que se habían separado ya y que cada uno estaba en habitaciones diferentes, porque seguían trabajando como artista y manager.

Nos sentamos en la limo, ellos en asientos totalmente opuestos, con la asistente de Yuri y los bailarines. Apenas hablamos. Y desde que llegamos al estadio, en los vestuarios, ambos trataron de hablarme a solas, por separado. Fer fue quien primero lo consiguió, pues se llevaron a Yuri al escenario y nos quedamos solos.

El me dijo que los chismes del divorcio eran auténticos, y que se había hecho inevitable, pues ya en las tradicionales fiestas navideñas no habían estado en casa juntos, cada uno había ido por su lado.

Entre paréntesis contaré que algo después, una tarde que fui de compras con Yuri por Coconut Grove, me dijo exactamente que el divorcio había sido “instantáneo como el café”, con una de sus características y sonoras carcajadas. Fue en ese viaje, durante una comida compartida con hermana y con “su amante anónimo” cuando trató de ocultarme una realidad que ya muchos conocían.

Y contaré también porqué nunca pude creer los relatos de vicio y sexo, contados por la propia Yuri, ya que casi compartía con ella hasta los sueños. Durante las giras nos quedábamos muchas veces en el hotel, viendo por una película “pay-per-view” y les contaré en la próxima como se quedaba dormida Yuri.

Porque esto sigue (pica y se extiende) ya que hay todavía muchos encuentros inolvidables.

(Continuara)

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